
Estas son las mentiras y verdades sobre las consecuencias de las vacunas en la salud más comunes
Las vacunas han sido puestas en tela de juicio por algunos padres; pero lo cierto es que no vacunar a los niños ha provocado un repunte de enfermedades que se creían erradicadas en EE.UU., lo que ha vuelto a poner de manifiesto las mentiras y verdades sobre las consecuencias de las vacunas en la salud.
Mitos y verdades sobre las vacunas
La higiene y sistema de salud actual han hecho desaparecer varias enfermedades, y las infecciones infantiles es algo común. Falso
Aunque la limpieza contribuye a protegernos frente a enfermedades, no las erradica. Es por ello que enfermedades consideradas controladas como la polio y el sarampión reaparecerán, tal y como ha ocurrido con el rebrote que se ha producido en España.
En cuanto a las infecciones infantiles, es cierto que hay realidades inevitables; pero no por ello han de convertirse en absolutas.
Tampoco debemos extrapolarlas como un recurso vacío para denigrar las vacunas y sus beneficios. Es decir, no hay una base para banalizar una de las mayores lacras infantiles que fue la responsable de la gran mortalidad infantil, y que estuvo presente hasta bien entrado el Siglo XX.
Las vacunas pueden causar la muerte. Falso
Se prueban en muchos ensayos clínicos, y mucho más amplios que los de los los fármacos, y con controles de seguridad muy exhaustivos. En caso de ocurrir un efecto adverso no previsto, se estudia la causa para subsanarlo.
La vacuna combinada: difteria, tétanos y tos ferina, o la de la poliomielitis, causan autismo. Falso
En primer lugar, la relación causa-efecto entre el autismo, incluso la muerte súbita infantil, no existe. Es más, evitar las vacunas puede provocar la muerte de los niños. Esta es una de las mentiras y verdades sobre las consecuencias de las vacunas en la salud que más controversia ha levantado en la sociedad.
Todo a causa de un estudio realizado a finales del Siglo XX, y que cuyo autor reconoció como falaz un lustro después de su publicación.
Padecer la enfermedad, inmuniza. Verdadero y falso
Es cierto que prepara al organismo para luchar contra la enfermedad más adelante; pero las vacunas usan este principio con un riesgo mínimo de cara a que el sistema inmunitario produzca una respuesta similar a cuando padecemos la enfermedad.
Las vacunas contienen mercurio. Falso
En la actualidad no se usa el mercurio para preservar las vacunas. Si bien, sus propiedades sirven para ello; pero actualmente existen suficientes avances técnicos para prescindir de un metal que es altamente tóxico para nuestra salud.
Ahora que ya conocemos tanto las mentiras y verdades sobre las consecuencias de las vacunas en la salud, además de los mitos, sabemos la importancia que tienen para nuestros hijos y para su salud. Un tema delicado y que no se puede tomar a la ligera.
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