Las prisas y las obligaciones; la falta de tiempo, el trabajo, la familia, la falta de sueño… Todo ello nos hace acumular estrés. El llamado asesino silencioso es uno de nuestros retos a superar. Por ello, debemos mantenernos relajados, meditar, ser conscientes de nosotros mismos, gestionar bien el tiempo y, sobre todo, llevar las riendas de nuestro día a día en todo momento.