El dolor es sinónimo de que algo no anda bien. Este puede ser muscular u óseo; interno o provocado por alguna herida. Lo más importante es entenderlo y, en caso de ser necesario, acudir al especialista para tener un diagnóstico preciso de nuestra convalecencia. Por ello, sea como fuere, es importante no minimizarlo para gozar de una buena calidad de vida.