Muchas veces confundimos el consumismo con la necesidad de comprar ropa o equipo nuevo. Es cierto que la obsolescencia programa planea en la sociedad; pero en algunas ocasiones solo queremos seguir las tendencias. En el caso de los gadgets, bien por capricho o por ‘estar a la última’, solemos renovarlos cada poco tiempo. Pero… ¿qué ocurre en el resto de casos?