Hablar de las características de las personas resilientes es referirse a esos hábitos emocionales que ayudan sortear situaciones complicadas, así como adaptarse en cada momento a la realidad que nos rodea de manera práctica, efectiva y con optimismo.
Autoconocimiento
Conocer las fortalezas y debilidades propias nos lleva a afrontar los problemas de otra manera. Una en la que los tratamos de enfocarlas hacia nuestras virtudes para sortearlas.
Y es por eso por lo que las personas con resiliencia que poseen inteligencia emocional no solo les asegura analizar analíticamente la situación, sino que al conocer sus límites, plantean soluciones eficaces y reforzar su autoestima.
Empatía
Aunque la empatía no es solo una cualidad propia de personas resilientes, lo cierto es que entender las emociones de los demás y ponernos en su lugar mejora las relaciones sociales y también permite expresar los sentimientos.
Inteligencia emocional
Una persona resiliente sabe que debe centrarse en cambiar aquello que puede gestionar directamente. Aquellas causas ajenas que afectan a su situación las deja fluir para no perder tiempo ni energía con ellas. Todo, gracias a la inteligencia emocional.
Y es que se trata de una cualidad esencial que nos permite librarnos de las dudas que acechan a causa de errores o del pasado.
Tolerancia a la frustración
Otro aspecto de la resiliencia es esa tolerancia para con uno mismo de cara a errores o infortunios. El hecho de tomar la adversidad como aprendizaje sin sumirse en la frustración o ceder ante la incertidumbre es lo que fortalece nuestra autoestima. El mindfulness es una gran herramienta para alcanzar esta meta.
Humor, adversidad y optimismo
La gente con resiliencia es capaz de usar el humor ante la adversidad. Una chanza consigue ofrecer un refuerzo mental ante la incertidumbre de manera puntual en las situaciones adecuadas. Es decir, en aquellas que se requiera optimismo.
No en vano, el ver todo desde una perspectiva optimista confiere la capacidad de analizar las situaciones desde un prisma lógico, efecto y realista, al tiempo que nos lleva a enfrentarlo de manera sencilla y sin quebrarnos interiormente.
Flexibilidad
Además de la inteligencia emocional, si algo caracteriza a una persona resiliente es la flexibilidad y la capacidad de escuchar a los demás.
Pocas veces en la vida todo sigue un curso medido durante mucho tiempo, tanto a nivel emocional, como familiar o laboral. Por ello, la capacidad de adaptación, en consonancia con la empatía y el optimismo serán las armas principales para la lucha en el día a día.
Gracias a todas estas características de las personas resilientes podrás saber si eres una de ellas o estás en proceso de serlo. Es más, ¡comparte con nosotros cuantas de ellas cumples y qué crees que te falta para alcanzar las demás!
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