
El tiempo que un adolescente pasa frente a una pantalla con las Redes Sociales afecta al sueño y sus patrones. Eso es lo que sentencia el reciente estudio que ha publicado la revista BMJ Open. En este se relacionan ambas variables.
Para ello, los investigadores analizaron a 11.872 adolescentes a través de una encuesta multidisciplinaria. Estos tenían que indicar cuánto tiempo usaban diariamente las redes sociales y servicios de mensajería: Facebook, Twitter o WhatsApp.
Finalizado el estudio, los investigadores descubrieron que un tercio de los adolescentes pasaban menos de una hora al día en las redes sociales, conocidos como usuarios bajos; otro tercio disponía entre una y tres horas en redes sociales, llamados usuarios promedios.
Sin embargo, el último tercio arrojó dos resultados diferentes. Mientras que un cuarto de ellos pasaba de tres a cinco horas en las redes sociales, la gran mayoría de esta última parte de la muestra registraba más de cinco horas al día, pasando a ser denominados usuarios muy altos.
Descanso insuficiente y pobre
En cuanto a los datos de sueño que indicaron a los investigadores, estos comprobaron que el uso intensivo de las redes sociales se asoció con patrones de sueño más pobres. Aquellos jóvenes con una permanencia en redes sociales superiores a cinco horas tenían un 70% más de probabilidades de quedarse dormidos después de las 11 entre semana y después de la medianoche los fines de semana que un usuario promedio.
Asimismo, los usuarios intensivos de las redes sociales indicaron tener más problemas para volver a dormir después de despertarse durante la noche.
En cuanto a los usuarios que expendían más de tres horas en redes sociales de manera diaria se despertaban después de las 8 en días escolares, al contrario que los usuarios promedio.
Pese a que la luz azul de las pantallas y su impacto negativo en la salud ha sido objeto de estudio durante los últimos años. Uno de los estudios de 2016 reveló que el uso excesivo de teléfonos conduce a picos de ansiedad, estrés y depresión, síntomas de problemas con el sueño.
Por su parte, una investigación de Harvard en 2014 mostró que incluso leer un libro electrónico antes de acostarse disminuye la producción natural de melatonina. De esta manera, lo ideal es seguir patrones de descanso saludables antes de dormir para evitar que las redes sociales afecten al sueño diario.
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