Los dolores de cabeza son un tema complicado y controvertido, pero nos vamos a centrar en las cefaleas y migrañas que tanto incapacitan a muchas personas.
Estos dolores se pueden dar de vez en cuando o de manera muy asidua, generando síntomas de manera gradual de menos a más hasta llegar a dolores que obligan al reposo, muchas veces con hipersensibilidad a la luz o el sonido. Las migrañas también pueden cursar con diferentes auras, visual (con destellos de luz), sensitiva (hormigueo en manos boca o lengua), lenguaje (dificultad para hablar), además de vómitos o mareos, que pueden durar varias horas o incluso días.
En cuanto a las causas hay una lista casi interminable de motivos como: ciertos fármacos, estrés, deshidratación, algunos alimentos, cambios en la presión atmosférica, hormonales o tensionales. Este último punto es en el que vamos a incidir, pues en nuestra experiencia un factor puede ser el desencadenante final, pero generalmente suele ser multifactorial, estando presente en la gran mayoría de los casos el factor de la tensión muscular y por experiencia si se trata de una manera adecuada ese factor el problema puede llegar casi a desaparecer o al menos a ser mucho menos frecuente e intenso, pues lo que tenemos claro es que en todos los casos hay una mala vascularización de una o varias partes del cerebro y tratando los problemas musculares o articulares de ciertas zonas facilitaremos dicha vascularización.
En clínica solemos ver tres focos que pueden generar estos problemas:
- Problemas de ATM: La articulación temporomandibular ya no es tan desconocida en clínica y es bien sabido que una mala mordida o el bruxismo pueden generar mucha tensión muscular e incluso inflamaciones en la articulación, transmitiendo tensiones a la zona temporal y suboccipital y comprometiendo así la vascularización.
- Problemas cervicales: Las tensiones, acortamientos o bloqueos en ciertos músculos del cuello nos pueden dar lugar también a una mala vascularización, pues a mayor tensión muscular, mayor compresión en la zona de entrada y salida de sangre al cerebro, sobre todo cuando compromete zonas altas (inserciones en suboccipital y C1) con el peligro de la cercanía del polígono de Willis o el plexo de Arnold.
- Síndrome de atrapamiento temporal: Es el gran desconocido y uno de los grandes culpables de estos dolores. Es un músculo que transcurre desde el hueso temporal insertándose en la mandíbula (apófisis coronoides). En la zona del propio hueso temporal suele generar mucha tensión y alguno de sus posibles puntos gatillo, que nos recuerden al propio dolor de cabeza del paciente, pero además a su paso por debajo del arco cigomático puede generar un atrapamiento por hipertrofia del propio músculo, provocando dolores irradiados y también mala vascularización.
El tratamiento en estos casos se orientará a generar cuanto antes una mejor vascularización. A nivel osteopático hay que hacer una buena valoración de la movilidad para posteriormente desbloquear o recuperar la amplitud de movimiento articular tanto en cervical como en atm, tratar a nivel craneal sobre todo el músculo temporal y una vez hecho esto es donde entraría la parte diferencial que mencionábamos en el título; la Cámara Hiperbárica tiene como objeto disolver una cantidad de oxígeno mucho mayor en sangre, generando con ello un mantenido
efecto antiinflamatorio y una mejor regeneración de los tejidos. Se respira oxígeno puro al 97% con una presión a partir de 1.4 ATA.
Otros efectos fisiológicos de la cámara son:
- VASOCONSTRICCIÓN NO HIPOXEMIANTE: el aumento de O2 disponible en pequeñas arterias y capilares favorece la vasoconstricción que se da en tejidos sanos y sin deterioro de la oxigenación. Esto promueve una redistribución de flujo hacia zonas hipoperfundidas.
- ANGIOGÉNESIS: la hiperoxia estimula y favorece la formación de pequeños vasos sanguíneos, por lo que mejora la perfusión.
- ESTIMULACIÓN DE LA SÍNTESIS DE COLÁGENO: la hiperoxia induce la hidroxilación de la prolina y la proliferación de los fibroblastos. Así, favorece la síntesis de colágeno, fundamental para el proceso de cicatrización de heridas y la reparación de tejidos.
- REGULACIÓN DEL ESTRÉS OXIDATIVO Y LA RESPUESTA INFLAMATORIA: la hiperoxia actúa sobre reguladores y mediadores de la respuesta inflamatoria y disminuye el estrés oxidativo. Esto tiene como resultado un efecto antiinflamatorio y disminuye el daño celular.
- AUMENTO DEL FLUJO SANGUÍNEO CEREBRAL Y NEUROPROTECCIÓN: mejora la perfusión gracias a la formación de nuevos vasos y la oxigenación cerebral, disminuye el edema y la inflamación del SNC.
- ESTIMULACIÓN DE LA REGENERACIÓN AXONAL Y PERIFÉRICA: el O2 es necesario para la elongación axonal, ya que favorece la plasticidad del SN.
- ESTIMULACIÓN DE LA INMUNIDAD CELULAR: los polimorfonucleares son un tipo de glóbulo blanco que utilizan radicales libres como mecanismo bactericida. la presencia de O2 favorece y estimula este proceso.
- ACTIVIDAD BACTERICIDA: la hiperoxia genera especies reactivas de O2 que aumentan la actividad de los antibióticos. Además, es activa contra el biofilm bacteriano.
- ESTIMULACIÓN DE CÉLULAS MADRE: la hiperoxia estimula la diferenciación y liberación de células madres. Así, contribuye al proceso de reparación de tejidos y la formación de nuevos vasos sanguíneos.
- OSTEOGÉNESIS: la hiperoxia estimula la diferenciación de las células formadoras del hueso, favorece la osteogénesis y reparación ósea.
Entre 1-3 meses los resultados del tratamiento combinado son excepcionales, con casos de personas que pasan de tener una migraña con aura al mes a no volver a tenerla o que pueda pasar más de un año de un episodio a otro, solo con algunos días de molestias y lo mejor de todo esto es que no tiene efectos adversos porque ¿qué hay más natural que respirar?
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