
Ejercicios diarios y consejos para tener un día mindfulness
¿Has contado las veces que te quejas a lo largo del día? ¿Y las que te criticas por decisiones y acciones? Todo eso nos genera malestar interno, insatisfacción y un cúmulo de emociones negativas que nos bloquean y producen ansiedad. La clave para superarlo está en nuestro interior; las herramientas, los ejercicios mindfulness. Gracias a ello mejoraremos nuestra salud y bienestar.
Por suerte para nosotros, no se requieren complicados ejercicios. Basta con ser conscientes de nuestro día a día: del sonido de la espuma del café, el olor de la lluvia, de nuestros movimientos… de vivir el presente. Para llegar a ello, usaremos nuestra respiración para vaciar la mente. Entonces observamos, sin juzgar, tanto nuestro interior como lo que nos rodea. Una vez que hemos adquirido esa consciencia es cuando podemos comenzar nuestro día mindfulness.
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Qué es tener un día mindfulness y cómo mejorar nuestra calidad de vida:
Despiértate sintiendo cómo estás
Pregúntate a ti mismo cómo te sientes. Tras ello, haz un recorrido por todos tus sentidos mientras comienzas ese nuevo día. Una vez realizado, será el inicio del camino al mindfulness.
Acicálate y desayuna con los sentidos
El tacto del agua y de la toalla sobre el cuerpo, el deslizar del peine o el café caliente resbalando por la garganta son algunas de las sensaciones a las que atender para tener un día mindfulness.
Escucha atentamente y haz garabatos
Escuchar a los demás y a nosotros nos ayudará a tomar consciencia de nuestro yo en todos los aspectos. Por su parte, realizar garabatos sobre el papel liberará parte de nuestro subconsciente y nos relajará.
Autochequeo y limpieza
Cada hora es conveniente revisarnos internamente: ¿tenemos sed o hambre? ¿Estamos bien sentados? Resolver esto nos ayudará a tener un mejor día, al igual que siendo ordenadas. Y es que el orden y la limpieza nos liberan de cargas adicionales. Lo que se traduce en un camino hacia una vida saludable a largo plazo.
Bases del mindfulness
Aunque esta metodología comience a ser una forma de enfocar el día a día cada vez más conocida en occidente, en muchas ocasiones desconocemos tanto los fundamentos, como las bases del mindfulness. Dada su ramificación del budismo, esta disciplina comparte muchas similitudes con la religión oriental de Buda, pero no abarca todos sus preceptos.
Por esa razón, y para evitar confusiones, vamos a desgranar las bases del mindfulness.
Apertura de mente, vuelta a la apertura de la niñez
Consiste en liberarnos de la influencia que tiene el aprendizaje que ya tenemos, Vivir las cosas con frescura, intentándonos poner en la situación de aquel que ve algo por primera vez.
Vivir sin juzgar
Al igual que un observador imparcial, debemos evitar los juicios. Vivir el presente, cada momento, dejándonos llevar sin pretender luchar por el cómo debió haber sido.
La paciencia es la madre de la ciencia
Nos libra de la ansiedad, pues nos amoldamos a los acontecimientos según vayan sucediendo. Tanto lo malo como lo bueno. Saber esperar es otra forma de sabiduría.
La importancia de no ser materialista
Concepto que hereda directamente del budismo. Se trata de que si algo tiene que irse de nuestra vida, debemos dejar que lo haga. Buscar la aceptación y plenitud en nosotros mismos; pero sin resignación.
Libertad y amor
El mindfulness persigue la libertad mental y espiritual, por lo que esas sensaciones positivas que cultivamos para nosotros, podemos ofrecerlas para los demás a través de la amabilidad, y otras.
5 ejercicios mindfulness para practicar todos los días
Sentir el estrés puede ser lo más habitual del mundo, sobre todo cuando tu profesión y las acciones que componen tú día a día se intensifican y no encuentras un momento para la relajación mental.
La incertidumbre colabora en el proceso de generación de estrés y desconcierto en las personas; pero desde la perspectiva mindfulness, iniciarás la búsqueda introspectiva de la meditación orientada a objetivos. Acciones que te ayudarán a salir de tu estado de estrés y mejorará tu salud emocional. Todo, gracias a ayudarte a superar las situaciones difíciles con calma y sabiduría.
Lo mejor, puedes extrapolarlos a tu deporte preferido, como hacen los profesionales cuando se encuentran ante grandes retos que deben superar.
Encontrar un momento para el mindfulness, o lo que es lo mismo tomar unos minutos para equilibrar tu bienestar emocional es siempre aconsejable.
Escoge tu momento del día para dedicarle unos minutos a cualquiera de estos 5 ejercicios mindfulness que te proponemos. Te requerirán muy poco esfuerzo para el beneficio que reportan y se pueden realizar prácticamente en cualquier lugar y momento del día:
Respiración consciente
El ejercicio consiste en inhalar y exhalar aire dejando fluir la respiración por todo tu cuerpo, mientras sostenemos una postura estática. Por supuesto, debe ser una posición relajada que permita que meditemos sin distracciones.
Durante este proceso relájate y concéntrate solamente en tu respiración. Cierra los ojos y siente como el aire llena tus pulmones y los vacía a continuación.
Repite este ejercicio durante un minuto, en ciclos de seis segundos, haz diez repeticiones y deja tus pensamientos en parada técnica.
Observación atenta
Lo mejor de este ejercicio es su simplicidad. El objetivo de la observación atenta es darse cuenta de los detalles que pasan desapercibidos de un objeto cualquiera.
Elige un objeto a tu alrededor, concéntrate en observarlo durante uno o dos minutos, no hagas nada excepto notar lo que estas mirando, recorre cada minúsculo espacio de la figura, conectándote con su energía y el propósito de su existencia.
Conciencia plena
El objetivo de este ejercicio es liberar toda negatividad por medio de la conciencia plena, durante la realización de un ejercicio en el mundo físico o mental. Por ejemplo, cada vez que acuda a nuestra cabeza un pensamiento negativo, detente y tómate tu tiempo para calificarlo como absurdo y así liberar su negatividad.
Lo esencial de este ejercicio es tomar momentos ocasionales para detenerse y cultivar la conciencia plena de lo que experimentas, realizas o sucede a tu alrededor. De esta manera, debemos sacar una conclusión positiva del por qué de la acción o del pensamiento.
Inmersión consciente
No siempre las acciones que llevamos a cabo nos satisfacen y pasamos sobre ellas para evitar la rutina o el aburrimiento que nos producen. Este ejercicio consiste en cultivar la satisfacción personal de realizar una acción anodina que nada tiene que ver con nuestro interés, a través de la creación de una nueva experiencia, unida a la toma de consciencia de cada acción que se está llevando a cabo durante su ejecución.
La idea es utilizar la creatividad por supuesto, descubriendo nuevas formas de realizar dicha acción, prestando atención a los detalles de la tarea y llevándola hacia algo más que la rutina.
Apreciación consciente
Haz este ejercicio a lo largo del día. Se trata de un ejercicio mental sobre una cosa que pasamos por alto en el día a día. Puedes orientar tu pensamiento hacia cosas o personas. El objetivo del ejercicio es apreciar aquella cosa que aún siendo insignificante apoya la existencia de nuestra vida y nos hace preguntarnos por aquellos procesos que la hacen funcionar y pregúntate como repercute en tu vida prestando atención a los detalles más complejos.
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