Andreina Pradas : Coach certificada y Fundadora de Inhance

¿Comprar la Felicidad o invertir en Felicidad?

Hace poco tenía puesta una camiseta con un mensaje que hacía referencia a la felicidad, y una amiga me preguntó dónde la había comprado, porque le haría muy feliz comprarla.

En ese momento me vino el pensamiento de como las personas “compramos” felicidad o ponemos esfuerzo en lo que creemos que nos la va a dar: cosas materiales, relaciones, trabajos, viajes, etc.

No estoy diciendo con esto que todas esas cosas no son importantes. Más bien, no son fundamentales para conseguir la felicidad, ya que la felicidad es un asunto interno, de introspección.

A través de mis 20 años en el ámbito de los recursos humanos y mi trabajo en sesiones individuales o con empresas a las que llevo mi programa de la felicidad, me he dado cuenta de que el trabajo que más nos cuesta es el de mirar dentro de nosotros, realizar una introspección.

Invertimos tiempo y dinero en estudiar, prepararnos para ser mejores profesionales, hacemos lo que sea por lograr ese trabajo y el dinero que anhelamos para una vida mejor; pero cuando llega el momento de trabajar en nosotros mismos, puede haber mucha resistencia.

¿Por qué será que nos cuesta tanto escuchar nuestra voz interna, trabajar para reconectar con nuestra esencia al realizar una introspección?

Muchos de mis clientes me comentan sus miedos a la hora de enfrentar emociones, traumas o memorias. Entonces, todo se reduce a una decisión.

La felicidad es una decisión y conlleva cierta valentía de enfrentar desafíos para llegar a esa esencia que es tu verdad. No voy a decirte que el trabajo es fácil. Lo que sí te voy a decir es que el proceso es mágico; todo va sanando a medida que profundizas en la introspección.

El trabajo de sanar es la mejor inversión que cualquier persona puede hacer. Por experiencia te puedo contar que es un gran regalo el poder presenciar y ayudar en la transformación de otros durante su introspección.

Mi labor me confirma que la felicidad se puede lograr, pues todos queremos ser felices y tenemos la oportunidad de hacerlo, sin importar lo que haya pasado y esté pasando en tu vida.

Todo empieza con un sí; con un sí a ti mismo y a tu felicidad. Dile sí a una vida mejor. Empieza por escuchar a tu voz interna: allí están las respuestas. Trabaja en tus pensamientos, identificando esos pensamientos recurrentes negativos que no te favorecen.

Cambia esos pensamientos por frases positivas. Crea el hábito de observar qué piensas, cómo te hablas, y qué sientes. Puedes anotarlo en un diario si eso te ayuda. Ahí empezarás a entender lo que tienes que trabajar.

Ahora depende de ti, de que sigas el camino de comprar tu felicidad, que hará depender de otros; o invertir en tu felicidad, que, como dice la ciencia, está garantizado que el 90% de ella está dentro de ti. Tú la puedes alcanzar.

La pregunta es: ¿te atreves a invertir en tu felicidad?