El golf es más que un handicap. Con solo practicarlo, el golf mejora nuestra vida

Seguramente nunca te planteaste cómo el golf mejora nuestra vida, ¿verdad? Al menos ese es el gran sentir de los no practicantes. Y es que a no ser que te hayas “pegado” alguna vez con la bola, no sabes lo que te pierdes. Tampoco lo que contribuye nuestra faceta como jugador de golf para tener una vida saludable.

El golf no es solo presumir de swing con un golpe que brinde un hoyo de película. Es un deporte que, como cualquier otro, requiere concentración, coordinación, estrategia, fuerza, elasticidad y movimiento. No todo el mundo puede cargar con siete quilos a la espalda durante 18 hoyos y seguir golpeando la bola. Tiempo en el que gastas más de 2.000 calorías mientras andas varios kilómetros y sometes al cuerpo a las exigencias del swing.

De hecho, salir a un campo de golf a jugar requiere de un entrenamiento previo. Muchas veces, más mental que físico.

Es por ello que hay que entender que la intensidad de nuestros movimientos ya está contribuyendo a que realicemos ejercicio físico.

Algo que ha quedado constatado por el estudio que la Universidad de Edimburgo elaboró con el doctor Andrew Murray, especialista en medicina deportiva, a cargo.

La principal conclusión del estudio es que jugar golf alarga cinco años la esperanza de vida. Eso sí, no es la única gran noticia, por lo que si no eres un adepto del green, te recomendamos seguir leyendo –al igual que si lo eres–.

Motivos por el que el golf mejora nuestra vida

Reduce el riesgo de padecer una enfermedad

La práctica regular del golf repercute positivamente en nuestro organismo. Disminuye tanto el colesterol como el  riesgo de infarto e ictus.

Asimismo, y por el mejor hecho de practicar deporte, también mejoraremos la función respiratoria. No en vano, los campos de golf se sitúan fuera de núcleos urbanos.

Aumenta la felicidad

El golf mejora nuestra vida de una manera tan directa que no solo la alarga, sino que nos hace más felices. Todo es cuestión de saber golpear la bola.

Mejora nuestra concentración y equilibrio

El swing requiere equilibrio, elasticidad y concentración. La fuerza viene determinada por nuestro giro y la inercia. Por supuesto, si no nos centramos en la bola, no dispondremos un buen swing. El elemento del golf que más definirá nuestro desempeño.

Además, a la hora de salir al campo, si golpeamos sin ningún criterio, será imposible embocar con el menor número de golpes. Los mismos profesionales –como Tiger Woods o Sergio García- practican visualizando el recorrido.

Fortalece nuestra musculatura y nuestros huesos

El ejercicio oxigena la sangre y el sol nos recompensa con vitamina D. Como consecuencia, los huesos y las articulaciones se refuerzan al absorber mejor el calcio. Esto se produce gracias a que el golf no es un deporte agresivo con el cuerpo. Lo que provoca que casi todo el mundo pueda practicarlo.

Tonifica

Gracias al swing, toda la musculatura de nuestro tren superior trabaja de forma coordinada. Al no ser un gesto violento, y que repetimos decenas de veces en un partido, contribuye a la tonificación de los músculos.

Nos relaja

El golf es un deporte con alto componente psicológico. Se necesita una gran cantidad de concentración para un buen desempeño, lo que nos obliga a despejar la mente. El resultado, el golf mejora nuestra vida y contribuye al bienestar al obligarnos a alejar nuestra ansiedad y preocupaciones.

Ahora ya conoces algunos de los beneficios que se obtienen al practicar este deporte. Así que anímate y  si tienes unas vacaciones cercanas quizás te interesen los mejores destinos para jugar al golf en España.