Cómo comer importa

Una de las preguntas más frecuentes a la hora de practicar deporte es qué comer y cómo comer. Y es que siempre tenemos que tener en cuenta cuál será la exigencia a la que nos enfrentamos o el tiempo de recuperación que precisa nuestro cuerpo. Es por ello que se hace indispensable elegir la dieta que nos aporte aquello que necesitamos para cada situación.

Cómo comer en función de nuestra actividad

Rutina de nutrición deportiva durante el entrenamiento

Hacer deporte exige mucho a nuestro cuerpo. Y lo hará con más vigor a mayor sea la intensidad del ejercicio aeróbico. De esta manera, la rutina de entrenamiento marcará nuestra necesidad de calorías diarias para un rendimiento óptimo.

¿Y qué dieta elegimos? Podemos optar por una dieta cetogénica o por la Mediterránea, si queremos. Y es que mientras sea equilibrada no habrá ningún problema. Eso sí, es fundamental no alterar de golpe nuestros hábitos alimenticios.

Por ello es recomendable ir aumentando progresivamente el número de comidas al día hasta situarlas en cinco. El número de ingestas diarias perfectas para ir aportando energía de forma constante a nuestro organismo. Eso sí, ninguna de ellas deberá producirse en los 90 minutos previos a la práctica deportiva.

Ejemplos de cómo comer a lo largo de un día

• Desayuno: una pieza de fruta y copos de avena con leche desnatada.
• Tentempié: un yogurt desnatado.
• Comida: legumbres o verdura (de hoja), y pescado hervido o carne magra.
• Merienda: una pieza de fruta.
• Cena: lo que no hayamos comido, lo tomamos en ese momento. Podemos incluir salmón ahumado y aguacate.
• Pre-entreno y recuperación: según la dieta que sigamos, optaremos por una barrita energética o algo de miel, o un huevo cocido.

Competiciones

Cómo comer para las competiciones guarda muchas similitudes con la nutrición durante los entrenamientos. Eso sí, la planificación juega un papel aún más definitorio en función de las distintas pruebas que disputemos y de los tiempos de espera entre estas. Lo ideal es ingerir en torno a ocho gramos por kilo de nuestro peso corporal durante estos lapsos.

Hidratación

Por regla general, hidratarse bien es un acto sencillo e imprescindible en todos los deportes. Esta necesidad es menos apreciable en aquellas disciplinas en las que interactuamos con el agua, como es el caso de la natación. Y es que en estos deportes se torna complicado distinguir la sudoración de la humedad que genera el agua en la piel.

De esta manera, las bebidas energéticas son una buena opción para hidratarse y reponer los electrolitos perdidos, sobre todo si nos encontramos en sesiones de entrenamiento que superan la hora, o estamos en plena competición. Si bien, hay que tener presente que no conviene abusar de ellas. Por lo general contienen mucho azúcar, hecho que perjudica nuestro rendimiento y nos lleva a ganar peso.

¿Cuánta agua hay que beber para mantener una hidratación óptima? Se estima que perdemos a la hora durante la práctica deportiva entre litro y medio y tres litros y medio. Es decir, debemos aunar estas cantidades a los dos litros diarios recomendados. Cabe recordar que con la comida también recuperamos parte del agua perdida, por lo que no es necesario cargar con la botella para beber agua mineral a todas horas.

La importancia de la hidratación no solo radica en que es fundamental para nuestro rendimiento; sino también para nuestra salud. De no beber lo suficiente, pondremos en graves aprietos a nuestro cuerpo.

Ahora que ya sabemos cómo comer para mantenernos en forma, solo queda que elijamos qué comer de cara a practicar nuestro deporte preferido. Ya no tenemos excusa para procrastinar: muévete, descansa y… ¡come bien!

¿Y tú qué dieta sigues para hacer deporte? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!