
Prepárate para bajar de peso haciendo ejercicio, comiendo bien y descansando
Bajar de peso es siempre un reto. Sea para adelgazar 5 kilos o para perder más. No en vano, exige cierta fuerza de voluntad y cambiar nuestros hábitos alimenticios. Lo que significa equilibrar la ingesta de 1.500 calorías con una dieta equilibrada. Esta debe encajar con nuestras horas de sueño y complementarse con ejercicio aeróbico. Si bien, a más cerca de nuestro objetivo, más complicado será perder kilos, por lo que debemos intensificar, sobre todo, el entrenamiento. ¿Pero tiene que convertirse en un suplicio? Desde luego que no. Podemos hacerlo fácil.
El único requisito imprescindible es la constancia. Poco a poco, aunque parezca que no lo hacemos, avanzamos. Eso sí, lo más importante es que una vez que consigamos nuestro objetivo no hay que abandonar los buenos hábitos adquiridos en pos de nuestra salud y bienestar.
Bases para bajar de peso rápido y fácil
El desayuno es sagrado
Puede que al levantarte no tengas hambre; pero no debemos dejarlo pasar más de una hora. De hacerlo, lo único que conseguiremos es arrastrar hambre a deshora y picar sin compasión.
Un menú proporcionado
La verdura hay que tenerla siempre en cuenta como parte principal, de forma que equivalga a la suma de lo que ingiramos tanto de proteínas como de hidratos de carbono. Eso sí, recuerda que tenemos que ajustar los carbohidratos que tomemos conforme al ejercicio que hagamos y al peso que queramos perder.
De este modo, el pescado azul, la fruta y las legumbres deben ser parte de nuestro menú diario. Hay que tratar de eliminar los fritos y los rebozados. Letales para nuestro objetivo. Además, la cocción o hacer los platos a la plancha, aparte de usar especias y moderar el consumo de sal, nos ayudarán a adelgazar rápidamente.
No dejes pasar mucho tiempo entre comidas
El objetivo es reducir las ingestas de alimentos que no nos ayuden a cumplir los objetivos que nos proponemos. Lo más importante es generar una rutina diaria. De esta forma, también podremos combatir la ansiedad, que a veces la confundimos con el hambre o el aburrimiento.
También evitaremos caer en la tentación de alimentos preparados como bollería industrial o snacks salados. Es cierto que no siempre tenemos a mano un hummus o algo sano para picar; pero debemos limitar el consumo de grasas perjudiciales, incluyendo el embutido o carnes rojas. A cambio, podemos optar por las grasas «buenas», presenten en alimentos como los aguacates o los frutos secos.
La comida, como el desayuno, obligatoria
Saltarse las comidas nos hará tener más hambre, y eso nos lleva a descuidar nuestra rutina.
Bebe agua y descansa
Huye del zumo y de las bebidas azucaradas. Las calorías y los azúcares, también presentes en el alcohol, solo contribuyen a perder lo avanzado con la dieta equilibrada y el ejercicio aeróbico. Y si te cuesta beber agua, el té o el agua con gas también pueden ayudarte a bajar de peso.
Además, si no dormimos al menos 7 horas, no solo obtendremos el resultado contrario; sino que ponemos en peligro nuestro organismo. Por eso dormir bien es fundamental para nuestra calidad de vida. Y es que la falta de sueño incita al organismo a comer azúcar.
Practica ejercicio físico
No solo es importante que tengas una vida activa: evitar el coche, los ascensores, las escaleras mecánicas y el sofá. Mejor sube las escaleras a pie. ¡Y aparte encuentra el deporte que te hace disfrutar! Puedes ir en bici, caminar, gimnasio… El ejercicio te ayuda a perder grasa corporal, a mejorar tu forma física y tu salud. Si lo puedes practicar al aire libre mucho mejor, así también aprovechas el contacto del sol con la piel y aumentas tu síntesis de vitamina D.
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